martes, 24 de mayo de 2011

EL FRENTE NACIONAL ANTE EL INTENTO DE MANIPULACIÓN PARTIDISTA DE LAS CONCENTRACIONES DEL 15M



Ante la deriva que está tomado el llamado "Movimiento del 15M" y sus opositores mediáticos, el Frente Nacional considera necesario aclarar su posición en un momento en que la confusión y el desconcierto son promovidos por intereses partidistas de uno y otro signo, tanto de la extrema derecha mediática como de colectivos violentos ultra-izquierdistas. Con este fin, manifestamos:

1. Como movimiento político transversal opuesto tanto a las concepciones derechistas como izquierdistas en todos sus extremos, apoyamos la base y esencia del primer manifiesto de la plataforma en lo que tenía de oposición a un sistema basado en la corrupción generalizada y en la partitocracia al servicio de la oligarquía financiera. El rechazo al actual sistema de partidos políticos y el fomento de vías de representación alternativas son principios que defendemos y hemos defendido siempre y que entendimos incluidos en las reivindicaciones del movimiento de protesta, en principio de base popular, social y comunitario.

2. El que la sociedad española se movilice contra el actual sistema en un momento en que padecemos una de las peores crisis, en todos los órdenes, de nuestra Historia nacional, nos parece, no sólo algo positivo y necesario, sino un imperativo moral y patriótico. El Frente Nacional, como no podía ser de otra forma, apoyó lo que en un principio parecía un movimiento cívico espontáneo apartidista de rebelión. Comprobando con nuestra presencia en diferentes concentraciones el intento de manipulación que desde ciertos sectores se está tratando de convertir unas, en principio, legítimas reivindicaciones asumibles por nosotros en otras propuestas y lemas que ideológicamente no podemos asumir ni defender sin matizar.

3. Los planteamientos iniciales de esta movilización han ido progresivamente derivando a una manipulación, cada vez menos disimulada, por parte de bandas de ultraizquierda en sus diversas manifestaciones de "colectivos" antifascistas, independentistas, feministas radicales y demás cuadrillas de mamporreros habituales del sistema. Las consignas se han teñido sospechosamente de la habitual corrección política del nuevo Pensamiento Único que no sólo no compartimos sino que consideramos opuesta a nuestros principios ideológicos y morales. Consignas a favor de la inmigración indiscriminada, el aborto, contra la religión tradicional de los españoles o a favor del revanchismo guerracivilista, no sólo no serán jamás apoyadas por el Frente Nacional sino que los que, desde el resentimiento y la demagogia consustanciales a la extrema izquierda o la cobardía e hipocresía derechoide las difunden y/o tergiversan, nos tienen y nos tendrán enfrente.

4. Por todo lo anterior, el Frente Nacional alerta a sus militantes, simpatizantes y amigos para que su legítimo espíritu revolucionario, social y patriota no sea utilizado para apoyar y legitimar una movilización que cada vez tiene menos de espontánea y más de tramoya artificial al servicio de una ideología antinacional y decadente, dicho lo cual y obviamente, manifestamos nuestra repulsa a la manipulación que de signo contrario también está llevando a cabo la derecha-extrema mediática para favorecer sus propios intereses. Repetimos: alertamos, pero sin dar orden de participar o no en dichas concentraciones, en cada provincia o en cada plaza se podrá sopesar si participar o no tanto de forma individual como organizada para defender la causa del Pueblo “frente a políticos y banqueros” (lema original de la movilización).

Rechazamos las manipulaciones interesadas de nuestro apoyo puntual a las reivindicaciones que nos parecen justas. Tanto las que, desde algunos sectores derechistas se escandalizan farisaicamente porque no seguimos sus consignas conservadoras y pequeño burguesas, como las que desde la intransigencia connatural a la ultraizquierda, censuran nuestra voz o nuestra presencia en unas concentraciones que quieren hacer pasar por espontáneas.  Porque nosotros no somos mercancía ni de políticos ni de banqueros, pero tampoco mercancía ni de la derecha ni de la izquierda.