La casta sindical y política ha reformado las pensiones haciendo pagar su mala gestión a todos los españoles aumentando hasta 67 años la edad de jubilación. Hasta hace bien poco esta misma casta repetía hasta la extenuación que los inmigrantes venían a pagarnos las pensiones. Con total desparpajo engañaban a los españoles y silenciaban las voces como la del Frente Nacional que advertían que no sólo los inmigrantes no aseguraban las pensiones sino que se convertirían a una de las principales cargas del estado. Los datos son claros, cerca ya de 7.000.000 de inmigrantes y sólo 1.800.000 cotizan a la Seguridad Social. Más de 5.000.000 inmigrantes viven en España a costa del dinero de todos los españoles acaparando ayudas y prestaciones sociales que por justicia, y más en estos momentos de crisis económica, corresponderían a los españoles. Una nueva clase parasitaria que viene a sumarse a la casta política sindical que vive a costa del dinero de todos los españoles.
Durante el Gobierno de José María Aznar, España se enfrentaba a un problema grave, un fuerte descenso demográfico que hacía inviable no sólo el sistema de pensiones sino la existencia del pueblo español. En contra de toda lógica, el gobierno del PP no optó por una decidida política de apoyo a la natalidad sino por aplicar las soluciones mundialistas que se habían aplicado en toda Europa. La importación de mano de obra barata que beneficiaría a los empresarios y provocaría una caída de los salarios por el mobbing laboral que representa la inmigración. Al PP no le importó los fallos que se comenzaban a ver en toda Europa del modelo multicultural que deseaban implantar aquí en España, no les preocupó el aumento de la inseguridad en nuestras calles, ni la pérdida de identidad de nuestra Nación. Los inmigrantes venían a pagarnos las pensiones, repetían los políticos para acallar las voces, como la del Frente Nacional, que se alzaban contra esta política suicida.
Con la llegada al poder de Zapatero este proceso se amplificó hasta límites increíbles con regularizaciones y nacionalizaciones masivas con el objetivo de lograr la sociedad multicultural y multiétnica con la que soñaban los mesías del progresismo caviar. El gobierno de Zapatero es el gobierno de la ingeniería social en busca de la utopía progresista y el descuido de la economía española que empezaba a mostrar los signos del fin de un modelo que había instaurado Aznar, mano de obra barata importada y burbuja del ladrillo, y que el PSOE no había ni tocado, preocupado de hacer una España a su gusto. Los datos vuelven a ser claros, en 1996 España contaba con 542.314 inmigrantes y hoy, en 2011 hemos llegado a casi los 7.000.000 de inmigrantes, contando los nacionalizados por Zapatero, en menos de 15 años. La crisis económica fue la constatación de un sistema quebrado y el fin de los sueños de grandeza de Zapatero, del pleno empleo pasamos a los 5.000.000 de parados.
La crisis también evidenció los engaños de la casta política y sindical en su defensa de la implantación del mundialismo en España. Ni los inmigrantes han salvado las pensiones, ni los inmigrantes realizan trabajos que nadie quiere hacer, el tiempo ha dado la razón al Frente Nacional. España se enfrenta a una necesaria política de recortes y ajustes, no lo negamos, pero es indignante que los que paguen esta crisis sean los españoles que tienen que ver como se les exprime más y más para recaudar unos impuestos que los políticos dedican a mantener su nivel de vida y a subvencionar a sus nuevos caladeros de votos, los inmigrantes que ellos han traído.
Es la hora del sentido común y el sentido común aconseja soluciones valientes. Soluciones como las que propone el Frente Nacional. La aplicación de la Prioridad Nacional en servicios y ayudas sociales en educación, vivienda, sanidad, etc. Ya que si todas estas medidas sociales son posibles es por el esfuerzo de generaciones pasadas de trabajadores españoles y, por lo tanto, es justo que sean los españoles los que primero se beneficien de ellas; la expulsión, como medida de choque, de todos los inmigrantes delincuentes e ilegales, así como de los extranjeros que sean parados de larga duración y cortar de raíz cualquier tipo de regularización de nuevos inmigrantes, como se sigue ocultando y falseando en la actualidad, a través del reagrupamiento familiar.
O nosotros o ellos, en tu mano está decidir quién paga los platos rotos de la ineficaz gestión de los políticos. El Frente Nacional lo tiene claro y por ello se lanza a la calle para trasmitir a los españoles que: ¿O recortamos las pensiones o recortamos la inmigración? TÚ DECIDES.